Cáp. 7: Un arácnido en busca de agujero.

Super Nachón dejó el libro a un lado, observó diez segundos las gafas de Joyce, se levantó y miró por la ventana, era una noche cálida acapulqueña llena de gays, putas y resacas.
Nuestro héroe suspiró.
Luisa mas que roncar, lanzaba un silbido chato y pendiente. (Siquiera que ya no se pedorreaba).
Como Super Nachón no tenía sueño, se dirigió al boulevard cual bala mecánica, se paró frente al mar nocturno que parecía una gran extensión de asfalto.
---¿Quién diría que abajo de "eso" hay peces? -se preguntó cabizbajo y filosófico. Se sentó en la arena; las nalgas y los guevos se le impregnaron de ésta. Se dio cuenta que estaba encuerado y regresó volando de nuevo al cuarto.
Pero, ¡oh sorpresa!: LUISA YA NO ESTABA AHI.
Nuestro Héroe rugió junto al calor de la noche:
"¿¡QUIEN CARAJOS SE LLEVO A MI CHIQUITILLA CON TODO Y CHIQUITILLO?!"
Vio una nota en el espejo:

"Me llevé a la Luisa a dar un rol"
atte.
El Hombre Araña

"¡HIJO DE TODA SU PINCHE MADRE!!!" -gritó Super Nachón para sus adentros, pero sin dejar de mover un poquitín los labios.
Se comenzó a dar de topes en la pared, hizo un escándalo y un agujero en ésta.
Llegaron los camareros, luego los policías, luego los bomberos; pero Super Nachón seguía enojado, nada ni nadie lo podía detener, entonces se fue volando de nuevo a Tritón, entró a su Super Pc y puso en el buscador.

"El chiquitillo de Luisa Lane", le apareció una lista de 25 mil resultados; enojado apagó la PC y pensó en masturbarse.
Pero ¡oh casualidad de casualidades! Hasta abajo de la primera lista de resultados vio:
Bar: "Baba seca", recordó que ahí le gustaba ir a la Luisa cuando era joven y cuando había sido novia de El Hombre Araña.
Nuestro Héroe se convirtió en diskette, se metió en la computadora intentando no aplastarse un güevo y se interneteó hasta ese bar.