Wednesday, July 21, 2004

Cap. 4: Extraña petición

      Ya con la vergota de Super Nachón hasta la garganta (de una vez les comento que esta novela es un obsequio (agradecimiento) a un par de amigos que les gusta lo archiporno)  Luisa Lane se revolcó de placer con el dedo adentro de la vagina.

      Ella misma se mascullaba ligera y lenta... pero mientras se la mamaba a Super Nachón, a éste se le antojó un cigarrillo, era un agil -aunque algo apachurrado "Boots" que un hombre -casi negro- le había regalado en México hacía doscientos años (¡viva Einstein!) y que Super Nachón había guardado en su camisa de cowboy.  (Y que viva -también- Faulkner que nos enseñó a redactar de atras pa delante).

      (Recuerden que Super Nachón no usa disfráz alguno, simplemente se cambia de ropa según la ocasión... o también asegún  se le hinchen los tompiates).
 
       Bueno, sigamos:
       A Super Nachón se le antojó un cigarro, lo sacó, se lo llevó a la boca, y de la punta de su dedo índice  salió una flama (un truco que el hombre antorcha le había enseñado) y lo encendió. 
       La Luisa seguía felíz mamando chile, estaba explícitamente abierta de patas, las ligerezas del ano también la sucumbían y fue así cuando le dijo a Super Nachón:
       ---Vamonos de aquí, si me llevas a Acapulco te presto el agujero de atras.
     Menos se tardó un rayo en volar de norte a sur cuando ya Super Nachón la tenía en el Hotel Princess en Acapulco.
      ---Ahora -le dijo Super Nachón tragando saliva- presta el chiquito.
¡Ah!, pero Luisa Lane era astuta como las lagartijas y le dijo:
      ---¡No! ¡Hasta que le consigas editorial a un escritor porno que es mi ídolo y que se llama Nacho Fernandez!
     ---JAJAJAJAJAJA -rió Super Nachón a sabiendas de que el tenía todos los poderes del mundo. 
      Y terminada su larga risa exclamó: "Eso es lo más facil del mundo".
     ---No lo creas -dijo ella mirando al suelo (porque en verdad ella amaba a los dos) y añadió: -es más dificil de  lo que crees. (Luisa Lane pocas veces veía al suelo de esa forma).
      Super Nachón se quedó pensando, inclusive se le olvido el chiquitillo de Luisa, se le bajó la verga y reflexionó:
      "¿Será tan dificil que un escritor porno encuentre una sana editorial?"